Algunos expertos en enfermedades infecciosas están advirtiendo que puede que ya no sea factible contener el nuevo coronavirus que circula en China. Si no se detiene allí se pudo ver el virus propagarse de una manera sostenida en todo el mundo e incluso tal vez unirse a las filas de virus respiratorios que regularmente infectan a las personas.

"Cuanto más aprendamos al respecto, mayor es la posibilidad de que la transmisión no pueda ser controlada con medidas de salud pública", dijo la Dra. Allison McGeer, especialista en enfermedades infecciosas con sede en Toronto que contrajo el SRAS en 2003 y que ayudó a Arabia Saudita Arabia controla varios brotes hospitalarios de MERS.

Si ese es el caso, dijo, "estamos viviendo con un nuevo virus humano, y vamos a averiguar si se extenderá por todo el mundo". McGeer advirtió que debido a que la verdadera gravedad del brote aún no se conoce, es imposible predecir cuál sería el impacto de esa propagación, aunque señaló que probablemente plantearía desafíos significativos para los centros de atención médica.

La evaluación pesimista proviene tanto de investigadores que estudian la dinámica del brote - la tasa a la que los casos están aumentando en China y surgen de China - como de expertos en enfermedades infecciosas que están analizando los primeros estudios publicados que describen casos para ver si son públicosherramientas sanitarias como el aislamiento y la cuarentena podrían ser tan eficaces en este brote como lo fueron en la epidemia del SRAS de 2003.

Y las advertencias se han dado cuenta cuando Estados Unidos informó el fin de semana encontrando tres casos más, el tercero, cuarto y quinto del país. Dos fueron diagnosticados en California. Uno es un viajero de Wuhan, donde se cree que comenzó el brote, que fue diagnosticado en el Condado de Orange. El otro es alguien que visitó a Wuhan que fue diagnosticado en el condado de Los Angeles. El quinto caso fue diagnosticado en Arizona y es estudiante de la Universidad Estatal de Arizona; la persona también había viajado a Wuhan.

Las infecciones confirmadas dentro de China subieron a casi 2.750 y el número de muertos aumentó a 80.

El ministro de salud de China, Ma Xiaowei, advirtió el domingo que el virus parece estar cada vez más transmisible y que el país, que ha tomado medidas draconianas sin precedentes para controlar el virus, estaba entrando en una "etapa crucial". Las acciones de China, que incluyen el cierre de vuelos y trenes de algunas ciudades afectadas y poner efectivamente a decenas de millones de personas en cuarentena, pueden no ser suficientes para detener el virus, dijeron los expertos.

"A pesar de los enormes y admirables esfuerzos en China y en todo el mundo, tenemos que planear la posibilidad de la contención de esta epidemia no es posible", dijo Neil Ferguson, una epidemiología de enfermedades infecciosas en el Imperial College de Londres que ha publicado una serie de estudios de modelaje sobre el brote.

Puede haber hasta 100.000 casos ya en China, dijo Ferguson al periódico The Guardian el domingo, añadiendo que el modelo sugiere que el número podría estar entre 30.000 y 200.000 casos. "Casi con toda seguridad muchas decenas de miles de personas están infectadas", dijo al periódico británico.

La Fundación Bill y Melinda Gates anunció el domingo que está donando $10 millones a la respuesta al virus. La mitad del dinero se entregará a los grupos chinos para ayudarles en los esfuerzos de contención. La otra mitad se entregará al Centro Africano para el Control de Enfermedades para financiar sus esfuerzos para ayudar a los países africanos a prepararse para tener que hacer frente a la nueva infección.

También el domingo, el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tuiteó que viaja a Beijing para reunirse con las autoridades chinas para ofrecer apoyo y aprender más sobre el brote.

Hasta ahora, la OMS no ha declarado el brote una emergencia sanitaria mundial, aunque Tedros, como sabe, ha dicho que la propagación del nuevo virus es una crisis para China y un riesgo para los países más allá de él.

La OMS se negó a calificar el brote como una emergencia sanitaria mundial de importancia internacional por consejo de un grupo de expertos que se reunió el miércoles y el jueves, aunque esos expertos se dividieron en si se debía declarar una PHEIC.

Este brote es causado por un virus, actualmente conocido como 2019-nCoV, que pertenece a la misma familia que los virus que causaron el brote de SRAS y que causan brotes esporádicos de casos de MERS en la Península Arábiga.El virus del SRAS causó un brote explosivo a finales de 2002 y principios de 2003, infectando a más de 8.000 personas en todo el mundo y matando a casi 800 antes de que fuera contenido. El MERS nunca ha causado un brote mundial de sostenimiento, aunque se han registrado una serie de grandes brotes hospitalarios, incluido uno en Corea del Sur provocado por un hombre de negocios que contrajo el virus en Oriente Medio.

Uno de los descansos más afortunados que el mundo tuvo con el brote de SRAS fue el hecho de que el virus no se transmitió antes de que las personas desarrollaran síntomas.

Con algunas enfermedades, como la gripe y el sarampión, las personas que están infectadas pero que aún no se sienten enfermas (personas que todavía van al trabajo o a la escuela, toman el transporte público, compran en centros comerciales o van al cine) pueden transmitir los virus a otras personas.

Se puede esperar que herramientas como la cuarentena y el aislamiento, que fueron clave para controlar el SRAS, detengan la propagación de un virus que puede transmitirse durante el período, desde la infección hasta los síntomas.

La Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo que la agencia sabe que la transmisión del virus dentro de los Estados Unidos puede estar en el horizonte.

"Nos inclinamos hacia adelante. Y hemos sido en cada paso del camino con una postura agresiva hacia todo lo que podemos hacer en los EE.UU.", dijo a STAT. "Y sin embargo, aquellos de nosotros que hemos estado alrededor lo suficiente sabemos que todo lo que hacemos podría no ser suficiente para evitar que esto se propague en los EE.UU.".

Hasta la fecha, al menos 14 países y territorios fuera de China continental han notificado casi 60 casos. Todavía no se ha notificado la propagación no verificada de esos casos importados a otros.

"En horas en las que me siento optimista pienso en el hecho de que ninguno de los otros países, incluidos los Estados Unidos, ha visto cadenas significativas de transmisión sostenidas", dijo Messonnier. "Pero eso no significa que no va a venir."

También parece que el tiempo de incubación - el tiempo desde la infección hasta el desarrollo de los síntomas - puede ser un poco más corto que el del SRAS, dijo McGeer, citando un artículo publicado el viernes que describía la transmisión dentro de una familia en Hong Kong. Con el SRAS, la mayoría de las personas desarrollaron síntomas unos cuatro o cinco días después de la infección, dijo.

Un breve período de incubación da a las autoridades sanitarias menos tiempo para localizar y poner en cuarentena a las personas que han estado expuestas al virus y que están en camino de infectarse.

Los científicos que han estado estudiando las secuencias genéticas de virus de China y algunos otros países que han registrado casos han calculado lo que se conoce como la tasa reproductiva de este brote: el número de personas, en promedio, que cada caso infectará.

Un brote con un número reproductivo inferior a 1 se desvanecerá. Pero varios grupos han calculado una tasa reproductiva para este brote actual, conocido por el término R-naught o R0, en el rango de 2 a 3 o más.

Trevor Bedford, un biólogo computacional del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, sugirió que las estimaciones son aleccionadoras y apuntan a la propagación continua.

"Si no está contenida en breve, creo que estamos viendo una pandemia", dijo Bedford, aunque advirtió que es imposible saber en este punto lo grave que sería ese tipo de evento.

El Dr. Tom Inglesby, director del Centro para la Seguridad de la Salud de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins, instó a los países a comenzar a planear para hacer frente a la propagación global del nuevo virus. Dichos planes deben incluir esfuerzos mucho más agresivos para desarrollar una vacuna de lo que ya se ha anunciado, sugirió.

"No estoy haciendo una predicción de que va a suceder", dijo Inglesby, aunque señaló que el modelado matemático, las declaraciones de las autoridades chinas y el fuerte aumento de las cifras de infección hacen un argumento para este posible resultado. "Creo que sólo sobre la base de esas piezas de información limitada, es importante para nosotros comenzar un poco de planificación en torno a la posibilidad de que esto no se contenga".